¿Sabías que la miel, el helado de vainilla, las ostras, el chocolate y las fresas figuran entre los alimentos que aumentan el deseo sexual?
Fresas, chocolate, vainilla, jalea real, avellanas, ostras, plátano, champagne… La lista es interminable y seguro que muchas de vosotras habéis probado alguno. Pero, ¿existen realmente los afrodisíacos?
¡Que empiece el juego!
Todas hemos visto películas tipo American Beauty y leído libros en los que se proyecta una escena erótica con un atractivo hombretón del que no podemos huir: en el fondo, es el cuento de Blancanieves, aunque para mayores. 50 sombras de Grey o Sexo en Nueva York son solo algunos de los últimos fenómenos en aparecer en la gran pantalla. Hoy en día es muy fácil estar a la última en placer sexual y no hace falta comprar el juego erótico de moda, basta con enfundarse el último modelo de Intimissimi (con efecto push up incluido) y beberse una copa de vino, a ver a quién no le suben los colores.
Igual que Intimissimi en ropa interior fina, en nutrición existen algunos alimentos que supuestamente aumentan la libido, pero a ello hay que sumarle el entorno, la pareja sexual que tengamos en frente (es importante sentirnos atraídas) y el momento en el que estemos: éstos son los grandes protagonistas cuando hablamos de sexo. Sin ellos, esos alimentos, que llamamos afrodisiacos, no funcionarían. Aquí te lo explicamos.
El momento, el lugar, la pareja. Todo cuenta
Un baño lleno de pétalos de rosa, dos copas de champán, una habitación de hotel, una de fresas y otra de chocolate. El tema es subir un poco el tono del ambiente, todo el conjunto contribuye a estimular ese apetito sexual. No es lo mismo pedir fresas con nata de postre en una comida familiar de esas de domingo que tanto te gustan, que hacerlo a la una de la madrugada en una habitación de hotel con sábanas limpias y aromatizadas. Está claro. Piénsalo, sí que existen sustancias estimulantes que ayudan a despertar el placer sexual pero todo está en tu cabeza y como todo, el sexo está principalmente centrado en el cerebro y en esos estímulos que va recibiendo a través de determinados alimentos y bebidas aptas para mayores. Es el cerebro quien trabaja conectando esos estímulos con imágenes y recuerdos que tú tienes interiorizadas, ciertas situaciones pueden estimularte más que otras. Eso hace que no solo el alimento en sí, sino todo el entorno, pueda ser más excitante. Y por eso no a todo el mundo le gustan las peras. Para una persona pueden ser muy afrodisiacas las ostras porque le producen cierto estímulo sexual, mientras que para otra su olor o textura puede generar rechazo.
Aunque los más conocidos son las fresas, la nata o el champán, el chocolate figura como el primero de la lista de “alimentos afrodisíacos” y también está catalogado como el complemento ideal para subirte el ánimo. Por algo se dice que el chocolate es un buen sustituto del sexo o ¿no?
Conclusión: el verdadero afrodisiaco está en nuestra propia cabeza. Con o sin chocolate. Empieza bajando el nivel de la luz, añade música de fondo, enciende un par de velas y compra para la ocasión un bote de nata… ¡Deja volar tu imaginación!