El dolor en la zona donde está localizado el ovario puede tener varias causas:
- La ovulación: durante la ovulación, cuando el óvulo se libera a la trompa de Falopio, puedes notar un dolor leve en uno de los lados del abdomen.
- Quistes ováricos: son sacos llenos de líquido que se pueden formar en los ovarios, alguno de estos quistes puede causar dolor si crece mucho o si se rompe.
- Endometriosis: es una afección en la que el tejido que recubre al útero por dentro para acoger al bebé (llamado endometrio) crece en sitios en los que no debería. Eso puede provocar dolor en varias zonas del abdomen, que a menudo se asocia con dolor de ovarios y gases sin regla.
- Infecciones o enfermedades ginecológicas: en este apartado existen multitud de causas, desde infecciones hasta el cáncer de ovarios.
La acumulación de gases en el abdomen también puede generar dolores cólicos similares a los que podría causar la ovulación. Y pueden ser causados tanto por los hábitos alimenticios (puede que tengas tendencia a ingerir más alimentos o bebidas que produzcan gas: legumbres, coliflor, refrescos, etc.) o bien por problemas digestivos como el colon irritable o las malabsorciones.
Dado que los síntomas en todas las causas son similares, lo ideal es que sea un médico quien los evalúe y quien determine por qué te duele o sientes pinchazos en los ovarios y gases.
¿Son los dolores en los ovarios síntomas de cáncer de ovario?
El cáncer de ovario es un tipo de cáncer que puede presentarse de muchas maneras, por lo que estos síntomas no son exclusivos del cáncer de ovario. Es por eso importante que si tienes sintomatología constante consultes a un médico, ya que hay que tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados también por otras condiciones médicas.
Cualquier mujer puede desarrollar el cáncer de ovario, pero es más probable que ocurra en mujeres que se encuentran entre los 65 y los 84 años. El cáncer de ovario representa el 10% de todos los tipos de cáncer que se dan en las mujeres.
Entre los síntomas del cáncer de ovario tenemos:
- Distensión abdominal o hinchazón inexplicable.
- Dolor pélvico o abdominal: sensaciones de incomodidad, dolor o presión en el abdomen.
- Cambios en los hábitos intestinales o urinarios: estreñimiento, diarrea, necesidad frecuente de orinar o dolor al hacerlo.
- Falta de apetito: sentirse lleno rápidamente al comer una cantidad de alimentos que normalmente no te saciaría.
- Fatiga persistente: sensación extrema de cansancio o debilidad que no mejora con el descanso.
- Pérdida de peso inexplicable, sin haber realizado cambios significativos en la dieta o el nivel de actividad física.
- Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
- Cambios en el ciclo menstrual: alteraciones en la duración o regularidad del ciclo menstrual.
¿Qué otros síntomas de cáncer de ovarios existen?
La hinchazón, la diarrea y el dolor abdominal son los tres síntomas más frecuentes del cáncer de ovario y, como podemos suponer, los más sencillos de sentir, porque tienen muchas cosas en común con otras patologías más frecuentes, como, por ejemplo, la gastroenteritis, el colon irritable o simplemente el ciclo menstrual normal de la mujer, por lo que muchas pacientes ignoran las señales iniciales. Evidentemente, no hay que entrar en pánico si una se siente hinchada tras una comida copiosa o tiene diarrea durante 3 días tras un viaje.
En España se diagnostican una media de 3500 nuevos casos de cáncer de ovario al año y los síntomas tan inespecíficos dificultan que se detecte en los estadios tempranos en los que este tipo de tumor puede tener curación. Por eso es importante que, si a los síntomas anteriores, se le añadiera de forma constante cambios en el apetito o aumento de fatiga habitual o si los síntomas anteriores se perpetuaran, se consultara con un médico.
También afectan al riesgo de padecer cáncer de ovario los antecedentes familiares y el perfil genético. Mutaciones en los genes (como el BRCA1 y BRCA2) y síndromes de cáncer hereditario, como son el síndrome de Lynch pueden favorecer la aparición del cáncer de ovario, lo que significa que en estas mujeres los controles deben ser más exhaustivos.
¿Qué es el síndrome de Mittelschmerz o dolor periovulatorio?
El síndrome de Mittelschmerz, también conocido como dolor intermenstrual, se caracteriza por un dolor agudo o punzante en la parte baja del abdomen, generalmente en un solo lado, durante la mitad del ciclo menstrual. Mittelschmerz es una palabra alemana que significa «dolor en medio del ciclo».
Este dolor suele ocurrir aproximadamente 14 días antes del inicio del próximo período menstrual y se asocia directamente con la ovulación. La ovulación, como te contamos cuando hablamos de las fases del ciclo menstrual, es el proceso en el que un óvulo es liberado del ovario y se desplaza a través de las trompas de Falopio, lo que puede causar irritación o una pequeña cantidad de sangrado en el abdomen, provocando el dolor característico del síndrome de Mittelschmerz, que coinciden con el dolor de ovarios y gases.
El dolor en el síndrome de Mittelschmerz puede variar en intensidad y duración, desde molestias leves hasta dolor agudo y punzante que puede durar varias horas o incluso días. Algunas mujeres también pueden experimentar otros síntomas como dolor de espalda, náuseas o sensibilidad en los senos durante la ovulación.
Es importante destacar que el síndrome de Mittelschmerz no es una condición médica grave y generalmente no requiere tratamiento, más allá de analgesia y calor en la zona afectada para paliar el dolor. Si hace falta tratamiento, este pasará por usar anticonceptivos para suprimir la ovulación. Sin embargo, si este es intenso o persistente, es recomendable consultar a un médico para descartar otras posibles causas de dolor abdominal.
El diagnóstico del síndrome de Mittelschmerz se basa principalmente en la descripción de los síntomas y la relación con el ciclo menstrual. En algunos casos, el médico puede realizar exámenes adicionales, como ecografías o pruebas hormonales, para descartar otras afecciones.
¿Qué hacer si tienes síntomas de cáncer de ovario?
Los exámenes ginecológicos rutinarios son los que permiten detectar los casos y tratarlos a tiempo, por eso es muy importante la prevención. Si presentas síntomas similares a los que hemos tratado en este artículo y te preocupan, consulta a un médico lo antes posible. Tu médico de cabecera o tu ginecólogo te harán una serie de preguntas para elaborar tu historia clínica, realizarán un examen físico y te realizarán pruebas diagnósticas (ecografía, análisis de sangre…) si son necesarias.
Si los síntomas sugieren la posibilidad de un cáncer de ovario, es posible que te deriven a un especialista para un plan de tratamiento adecuado y para programar una biopsia, que es tomar una muestra de tejido del ovario para poder analizarla microscópicamente. Si se confirmara el diagnóstico, el plan de tratamiento es personalizado y puede incluir cirugía, quimioterapia y/o radioterapia. También debe incluir apoyo emocional que te ayude a afrontar esta situación: un diagnóstico de cáncer puede ser algo intensamente abrumador y estresante.
Recuerda que la detección temprana es clave para el tratamiento exitoso del cáncer de ovario. Si experimentas síntomas inusuales o persistentes, no dudes en buscar atención médica inmediata para obtener una evaluación adecuada.