Hay que sacarse un master en sexualidad si quieres complacer a una dama en la cama. ¿Hay dos tipos de orgasmos femeninos o uno solo? El G, el A, el C. Hoy hablamos de puntos
El placer sexual puede darse de muchas maneras
Ser conocedor de la anatomía femenina es caso de estudio para las propias mujeres que experimentan su sexualidad, solas o acompañadas. Lo de llegar a alcanzar los distintos puntos y el famoso climax, son palabras mayores. Todavía existen grandes lagunas respecto a la fisiología del placer y del orgasmo femenino, es un campo en constante investigación del que aún se estudia su funcionamiento. La mayoría de sexólogos lo catalogan como un aparato muy completo y reniegan de la existencia del conocido Punto G.
Las primeras experiencias sexuales no siempre suelen ser como esperabas, ¿sientes dolor o no consigues llevar el ritmo adecuado? Pero no te desanimes, hasta las más veteranas tienen dificultades para sentir placer. Todas nosotras tenemos la capacidad de alcanzar el orgasmo, aunque para ello debes olvidarte de los tabús y estar abierta a experimentar tanto individualmente como en pareja. La clave es saber abandonarse, soltarse y desconectar. Si no se consigue el orgasmo con la pareja, se aprende a tenerlo. Hay que dejarse llevar y conocer el cuerpo.
Los 6 puntos de estimulación más habituales
- El punto C o clítoris: La estimulación directa de esta zona tan sensible y cargada de terminaciones nerviosas suele ser la manera más conocida y sencilla de conseguirlo, ya sea a través de la masturbación manual, oral o mediante la fricción con tu pareja.
- El punto G: Esta zona está situada detrás de la pared frontal de la vagina y los orgasmos alcanzados con la estimulación de esta zona pueden llegar a ser muy intensos e incluso provocar la eyaculación femenina.
- El punto A: Ubicado a unos 7 centímetros de profundidad en la parte anterior de la vagina, se consigue estimularlo manualmente introduciendo el dedo en forma de gancho o bien realizando la penetración desde atrás.
- La piel: Se trata de la zona erógena más grande de la mujer con multitud de posibilidades para explorar. Se puede alcanzar el orgasmo con el intercambio de caricias con la pareja o incluso a través de suaves y cálidos soplidos. Además, los estímulos basados en la aplicación de cambios de temperatura también pueden ayudar a incrementarlo.
- Los pechos: Algunas mujeres consiguen el orgasmo a través de las caricias o masajes en esta zona que además también suele ser de gran atracción para la pareja, pero es aconsejable averiguar primero sus preferencias para estimularlos correctamente, ya que cada mujer tiene una sensibilidad muy distinta, y aunque las zonas más sensibles son los pezones y las aureolas, es aconsejable no centrarse únicamente en estas.
- La mente: Se trata de una estimulación psicológica que puede proceder de la lectura o de la visualización de escenas de alto contenido erótico, de una mirada, de un recuerdo o también de la propia imaginación.
Para disfrutar al máximo de tu sexualidad es recomendable que conozcas y experimentes con todos estos puntos erógenos, ya que cada mujer encuentra unos más placenteros que otros. Y lo más importante: debes mantener una buena comunicación con tu pareja.
Si tienes alguna duda sobre este tema o algún otro relacionado con la ginecología o la salud sexual, el equipo médico de Eudona estará encantado de ayudarte.