El óvulo, también conocido como ovocito, es una célula fundamental en nuestra reproducción. Es producida en los ovarios de la mujer y liberada durante el ciclo menstrual en un proceso que se conoce como ovulación y que es esencial en la fertilización y en el desarrollo de un bebé.
Los óvulos son células especiales, porque tienen la mitad del número de cromosomas que el resto de las células del cuerpo. En vez de tener 46, tiene 23 cromosomas (eso se llama haploide: el óvulo es una célula haploide). ¿Por qué? Porque de la combinación con el espermatozoide (otra célula haploide) se produce una combinación de cromosomas íntegra que será la que dé lugar al nuevo individuo.
¿Cuáles son las partes del óvulo?
Para comprender completamente la estructura de un óvulo, es esencial conocer sus partes principales:
Corona radiata y membrana plasmática
La corona radiata es una estructura que rodea al óvulo compuesta por células foliculares, es decir, células que rodean al óvulo en el interior del folículo ovárico. La función de estas células es la de acompañar al óvulo en su desarrollo y protegerlo y nutrirlo mientras se encuentre en el ovario.
Cuando el óvulo está ya maduro para ser liberado a la trompa de Falopio, estas células de la corona radiata se separan de él. Actúa como una barrera semipermeable que regula el paso de sustancias dentro y fuera de la célula.
Debajo de la corona radiata, está la membrana plasmática, que envuelve el óvulo y desempeña un papel clave en el apoyo al desarrollo y crecimiento del embrión contenido en el óvulo.
Zona pelúcida
Justo después de la membrana plasmática, encontramos una capa de proteínas que se llama zona pelúcida. Esta capa tiene múltiples funciones, incluyendo la protección del óvulo y la regulación de la interacción con los espermatozoides durante la fertilización. Para poder fecundar el óvulo, el espermatozoide debe atravesar la zona pelúcida.
Citoplasma y vitelo
El citoplasma es la región interna del óvulo y contiene numerosas estructuras, como el núcleo, las mitocondrias y los ribosomas. Estas estructuras del óvulo desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento y la supervivencia del óvulo.
La sustancia de la que se forma el citoplasma se llama vitelo o yema. Es una sustancia nutritiva que proporcionará nutrientes esenciales al embrión en las primeras etapas de su desarrollo. En el momento en que el vitelo se agota, el embrión empieza a depender de fuentes externas de alimento y es entonces cuando tiene importancia la placenta.
Gránulos corticales
Los gránulos corticales son pequeñas estructuras que se encuentran en el citoplasma del óvulo. Contienen enzimas y proteínas que son liberadas cuando el espermatozoide entra en el óvulo durante la fertilización. Esta liberación tiene varios efectos:
- Bloqueo a otros espermatozoides: uno de los papeles más importantes de los gránulos corticales es prevenir la poliespermia, es decir, la fertilización del óvulo por múltiples espermatozoides. Cuando un espermatozoide penetra en el óvulo, los gránulos corticales liberan su contenido en la zona pelúcida que rodea al óvulo. Esto provoca cambios en la zona pelúcida que la vuelve impermeable a otros espermatozoides, impidiendo así que más de un espermatozoide pueda fertilizar el mismo óvulo.
- Activación del óvulo: la liberación de enzimas también desencadena que empiece la división celular y, posteriormente, la formación del embrión.
Núcleo
El núcleo del óvulo contiene la información genética de la mujer en forma de cromosomas. Como hemos dicho, cuando el óvulo se une al espermatozoide, en la fertilización, este núcleo se fusiona con él, combinando la información genética de ambos padres.
Mitocondrias
Las mitocondrias generan energía para la célula. Los óvulos contienen una gran cantidad de mitocondrias, que son heredadas exclusivamente de la madre.
¿Qué es el pronúcleo ovular?
Después de que un espermatozoide penetra en el óvulo durante la fertilización, se produce una serie de cambios que conducen a la formación de dos pronúcleos: uno de la madre y otro del padre.
Es decir: el pronúcleo de la madre lleva la información genética materna y el pronúcleo paterno la de los espermatozoides. Los dos pronúcleos se unen y forman así una estructura denominada cigoto.
¿Cuáles son las funciones del óvulo?
El óvulo cumple, por lo tanto, varias funciones críticas en nuestra reproducción:
Fertilización
Una de las funciones principales del óvulo es la de ser fertilizado por un espermatozoide. Cuando un espermatozoide penetra en el óvulo, se produce la fusión de los núcleos de ambas células, lo que da lugar a la formación de un cigoto. Este cigoto es la célula inicial de un nuevo organismo humano.
Transporte de información genética
El óvulo aporta la mitad de la información genética necesaria para crear un nuevo individuo. Los cromosomas en el núcleo del óvulo determinan rasgos heredados, como el color de ojos, la altura y la predisposición a ciertas enfermedades. También las enfermedades mitocondriales dependen de la herencia de las mitocondrias maternas.
Suministro inicial de energía
Las mitocondrias presentes en el citoplasma del óvulo proveen de la energía necesaria para el primer período de desarrollo del embrión. Estas mitocondrias son de origen materno, lo que significa que la descendencia hereda su material genético mitocondrial solo de la madre.
Regulación de la interacción espermatozoide-óvulo
La zona pelúcida y otros componentes del óvulo juegan un papel importante en la interacción entre el espermatozoide y el óvulo durante la fertilización. La zona pelúcida evita que múltiples espermatozoides fertilicen el mismo óvulo, asegurando así la fertilización exitosa y la integridad genética del nuevo organismo.
En resumen, el óvulo es una célula esencial en la reproducción humana. Su estructura compleja y sus funciones críticas lo convierten en uno de los componentes fundamentales del proceso de creación de vida nueva.