La respuesta corta a la pregunta de si se puede estar embarazada y tener la regla es que no. Si crees estar embarazada, pero has notado un ligero sangrado, tranquila: existe una explicación. Existe el llamado sangrado de implantación, que es cuando el embrión se implanta en la pared del útero, y puede confundirse con una regla. Sin embargo, la realidad es que, una vez que empieza a segregarse la hormona del embarazo (la hormona gonadotropina coriónica humana), la menstruación desaparece.
¿Por qué durante el embarazo no hay menstruación?
El cuerpo se prepara para el embarazo todos los meses y si ese embarazo no se produce, entonces tenemos la regla, que es cuando el tejido del útero se desecha porque no ha habido embrión.
Todo está regulado por dos hormonas: la progesterona y los estrógenos. Estas hormonas hacen que cada mes se libere un óvulo en las trompas de Falopio y que la membrana que recubre el interior del útero se vuelva gruesa y esponjosa (y cargada de nutrientes), para que el potencial embrión (si el óvulo encuentra un espermatozoide que lo fecunde) tenga un sitio agradable en el que crecer.
Pero si el embarazo no ocurre, como decíamos antes, todo este tejido de revestimiento endometrial sale del cuerpo por la vagina y tenemos la regla.
¿Qué pasa si hay un embarazo?
Lógicamente, si hay un embarazo, entonces el útero se prepara, aumentando sus paredes con tejido que es necesario para alimentar y acoger al embrión.
El óvulo es liberado desde un folículo, que se encarga de liberar la hormona responsable de que el útero se prepare y que, una vez descargado el óvulo en la trompa, se transformará en el cuerpo lúteo. Ese cuerpo lúteo va a segregar grandes cantidades de progesterona, una hormona que es la encargada de que estos cambios ocurran.
Cuando el óvulo fecundado llega al útero (han pasado aproximadamente siete días desde la fecundación y ya es un embrión), este lo espera para acogerlo. El embrión se implanta en la pared del útero y, al hacerlo, da inicio el embarazo. ¿Por qué decimos que da inicio el embarazo? Porque se segrega una hormona (la beta-hCG) que provoca que ya no tengamos la regla.
¿Qué es la falsa regla?
El sangrado de implantación es un sangrado leve que ocurre aproximadamente en el momento en el que la mujer debería haber tenido el periodo si no hubiera estado embarazada.
El óvulo fecundado en la trompa llega al útero convertido ya en embrión y las células y tejidos de la placenta, que es el órgano encargado de suministrar nutrientes y oxígeno al futuro bebé, está creciendo. Es en este punto cuando se puede producir un pequeño sangrado ya que, al implantarse en la pared del útero, se entierra en el tejido interno y, al hacerlo, rompe vasos sanguíneos.
Sin embargo, esta «falsa regla» suele ser un sangrado escaso y de color rosa o rojo-marrón, mucho menos abundante de lo habitual.
¿Qué razones puede haber detrás del sangrado en el embarazo?
Desgraciadamente, el sangrado en el embarazo puede ser también el primer signo de un aborto espontáneo o de un embarazo ectópico en el primer trimestre. En el primer caso, muchas veces la mujer ni siquiera se da cuenta porque el aborto se traduce en una menstruación un poco más abundante y dolorosa de lo habitual, sin más. En el caso del embarazo ectópico, lo que ocurre es que el embrión no progresa hacia el útero, sino que se implanta en la trompa de Falopio. En este caso, se trata de una urgencia médica y el sangrado es oscuro acompañado de dolor agudo y cólico en la parte inferior del abdomen.
En el segundo trimestre, los sangrados pueden indicar la existencia de una placenta previa (porque la placenta se haya implantado demasiado abajo y se quede muy cerca del cuello del útero), pero también un aborto o un parto prematuro. En cualquiera de los casos, lo indicado es consultar con un especialista.
En cualquier momento del embarazo, pueden existir además sangrados por traumatismos en el cuello del útero (por ejemplo, después de relaciones sexuales o cuando se ha hecho una exploración ginecológica) que suelen ser pequeños. Y también pueden aparecer sangrados si tenemos una infección vaginal o en el cuello del útero.
En resumen, el único motivo por el que tener un sangrado en el embarazo no es preocupante es el sangrado de implantación. Así que, siempre que se tenga un sangrado abundante con dolor abdominal y estés embarazada, es recomendable solicitar valoración médica.